LOS VASCOS Y LAS VASCAS......se han vuelto ciegos y sordos.
Han decidido no actuar y callar como si nada estuviera ocurriendo.
Han decidido no ver y no escuchar.
Han decidido no atender a lo que les ocurre y a lo que ocurre a su alrededor.
Han decidido ignorarse y claudicar.
Quien más quien menos, va atisbando lo que hay, pero camina mirando al techo o al suelo, según el caso. A eso se reduce su libertad de elección. A eso, y a denostar y reprender a quienes avisan a la manada, mientras por el rabillo del ojo asoma la realidad aplastante que da terror siquiera nombrar.
Entre muchas otras amenazas y realidades gravísimas, ahí asoma el Tratado de Plandemias de la OMS, precipitada y furtivamente tramitado por todas las puertas traseras, lo quieren aprobar en mayo, y en ese caso, se traduciría en que Tedros Adhanom, su presidente, podría imponernos a todos, la inoculacion o administración de cualquier producto o medida "sanitaria".
¡De cualquiera!
Sin limitación ni responsabilidad alguna de ningún tipo por parte de ningún cargo ni institución.
¡Ninguna responsabilidad!
Inyecciones, confinamientos por razones "sanitarias" o climáticas, o de cualquier orden por cualquier crisis de cualquier tipo que la propia OMS podría decretar en exclusiva a escala mundial o local.
Sin limitación alguna por parte de ningún organismo nacional o internacional.
Esta "prerrogativa" totalitaria, en combinación con la imposición de la identidad digital, con la abolición prevista del dinero y otras minucias sin importancia, se traducen en eso que nadie quiere ver ni oír hablar.
También, y especialmente, para los vascos y las vascas, siempre en vanguardia y capitaneados por un lehendakari designado por Black Rock y votado por los vascos y las vascas que le darían así el Label de calidad.
¿Hay alguien vivo ahí fuera?¿Hay alguien vivo ahí dentro?
Pues, si lo hay, ya puede empezar a hablar y a ponerse en marcha.
Buscad esos vestigios de vida, hasta debajo de las piedras.